Quiero darte un descanso y que imagines un sueño
quiero darte un paisaje y que recuperes tu pueblo.
Quiero aminores la marcha en el trajín de los tiempos
que aspires a mustisia y calafate y neneo.
Quiero el fuerte verde te acune como si fueras pequeño
que la aridez del paisaje te traiga magia y recuerdos.
Que cuando venga la noche, no tengas duda ni miedo,
que tengas luz, tomes paz y duermas cerca del fuego.
No tengo más que ofrecerte que Patagonia, y silencio
mar, cordilleras, glaciares y, en mis entrañas, desierto.
Quiero darte un descanso para que sueñes recuerdos,
rocas, valles, suelo fuerte en minerales secretos.
Que recuperes tu esencia, que veas lo que yo veo,
que el nuevo hombre aparezca de la aridez del desierto.
Que el río traiga un mensaje, que el viento traiga respeto,
que el oro traiga coraje, para un presente deshecho.
Que la tierra dé permiso, que se mantenga el silencio,
que el hombre viva su sueño, sin destruir mis derechos...
No tengo otro regalo que mar, montaña y desierto,
brisa, viento, sol, alerce, flores, verde, piedra, hielo.
Tengo mi gente paciente por soledad en los vientos,
puestos, taperas, paisanos y campesinos sureños.
Quiero darte un descanso y que presientas mi sueño,
que cuando venga tu noche mi piedra apague tu miedo.
Quiero mostrarte la aurora de dignidad de mi pueblo,
oro, alfalfa, oveja, ajo, lago, bosque, viento y cielo.
Caminarás por basaltos y por mallines serenos,
cosecharás salitres, conocerás el electrum...
y cuando partas un día para volver a tu cielo,
habrás caído en las garras de mi magia y misterio,
no partirás por completo, regresarás hombre nuevo,
percibirás otro aroma, otra visión y otro tiempo.
No entenderás los motivos de tan profundos secretos,
esparcirás mi ternura, regresarás sin regreso...
por ser la Tierra Futura al ser puro me ofrezco,
Tehuelche, canto Mapuche, guiará en nuevo sendero
no tengo más que ofrecerte que todo lo que yo siento.
(María Cecilia Ubaldón)
